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Re:Zero kara Hajimeru Isekai Seikatsu 9 (Re:ゼロから始める異世界生活9) es el noveno volumen de la serie Re:Zero kara Hajimeru Isekai Seikatsu. Es el sexto y último volumen del Tercer Arco.

Sinopsis[]

Tras perder en el duelo mortal con Petelgeuse Romanee-Conti, Subaru Natsuki regresa en el tiempo una vez más. Subaru regresa al mundo como lo conoce y, para deshacerse de las consecuencias de la feroz batalla, él trabaja con sus aliados para elaborar una nueva estrategia, todo para frustrar los planes malvados del arzobispo mortal del pecado. Emilia, quien permanece atrás en la mansión Roswaal, también descubre que algo acecha en las inmediaciones de la mansión. Ella exhorta a la población a refugiarse, pero las circunstancias de su nacimiento demuestran ser un muro que no puede superar. Sin embargo, la llegada del "Demonio de la Espada" le ofrecen un destello de esperanza.

"Si me dices diez cosas que odias de ti, yo te diré doce cosas que amo de ti."

Capítulos[]

  • Prólogo: Re:Inicio
  • Capítulo 1: Un evangelio conocido como el calor
  • Capítulo 2: El detrás de escenas de los preparativos
  • Capítulo 3: El autoproclamado caballero y el más valioso caballero
  • Capítulo 4: El fin de la pereza
  • Capítulo 5: De eso trata esta historia
  • Interludio: Un momento en la carroza de dragón
  • Fragmento: Natsuki Rem
  • Interludio: Comamos
  • Capítulo 6: Votos respectivos

Argumento[]

Volviendo de su muerte, Subaru se dio cuenta de que había vuelto al punto donde tenía su reunión con el grupo de ataque para Petelgeuse, él rápidamente reaccionó cuando los demás comenzaron a preocuparse por él. Una vez más, Subaru les explicó lo que sabía sobre el culto, así como la autoridad de Petelgeuse, luego se dirigió con el grupo a los territorios de Roswaal. El equipo finalmente llegó, con Wilhelm visitando la mansión para alertar a Emilia, y la obligó a evacuar en una carroza de dragón con los niños del pueblo, la mitad de aldeanos iría a la capital y los otros por tierra sagrada. Un poco más tarde, Subaru enfrentó a Ketty y los seguidores del Culto de la Bruja que estaban con los mercaderes que contrató, evitando que contactaran a los otros a través de una metia. Dos de los tres miembros trataron de luchar, pero fueron incapacitados por Wilhelm, Julius y Felix. Ellos empezaron a interrogarlos después de que Felix los "alentara" un poco con su magia de agua, pero no sacaron ninguna información valiosa, ya que aparentemente no sabían nada más de lo que se les había dicho.

Desviando su atención de ellos, trató de tocar la metia, deshaciendo accidentalmente la magia en ellos, ayudando a Julius a determinar dónde estaban los otros, deduciendo que eran dos lugares; Uno era un bosque al oeste y el otro estaba en un lugar más lejos. De repente, los miembros del culto incapacitados trataron de atacarlos, forzando a Wilhelm a matar a Ketty mientras Felix incapacitaba aún más a los otros dos. Percibiendo una oportunidad, Subaru le pidió a Felix que usara su magia de agua para controlar a uno de los miembros a fin que le dé información falsa a los otros dedos, y posteriormente enviarían al Colmillo de Hierro para atacarlos por sorpresa. Cuando dichos mercenarios volvieron de la batalla, Subaru se sorprendió al ver que Otto estaba con ellos, a quien encontraron como prisionero. Otto explicó que había tratado de llegar al pueblo para asegurarse de que obtuvo una parte del trato, aunque por desgracia había sido capturado por el culto en el camino, y al terminar de contar esto, se horrorizó al saber que perdió su oportunidad. En su miseria, se le ordenó que se quedara en el pueblo, ya que no podían arriesgarse a dejarlo escapar si se trataba de un espía.

Una vez que sus preparativos funcionaron, Subaru visitó a Petelgeuse frente a su cueva, fingiendo querer ser uno de sus dedos para infiltrarse. Él estaba un poco preocupado cuando se le preguntó por la prueba, como la última vez que lo hizo Petelgeuse le pidió que presentara su evangelio, sin embargo, esta vez se reveló que estaba comenzando con la prueba para determinar si Emilia era un recipiente digno para regresar a Satella. Subaru expresó su repugnancia ante el pensamiento, pero se aseguró de mantenerse en su papel. Dejando a parte la cuestión del evangelio por el momento, Petelgeuse le preguntó si había aceptado los Genes de Bruja, pensando que era soberbia, pero en ese momento le mostró la metia de Espejo Convergente de su bolsillo, lo que le hizo apartar su atención de Subaru. Aprovechando su confusión sobre por qué alguien más que sus subordinados tenía la metia, Subaru le lanzó un golpe lleno de odio directamente en su cara. Petelgeuse estaba confundido al principio, aunque rápidamente recuperó su compostura, tratando de matar a Subaru con sus manos invisibles, y se sorprendió al descubrir que podía verlos. Cuando descubrió que casi todos sus dedos habían sido asesinados, comenzó a pensar en lo que pudo haber sucedido, llegando a la conclusión de que solo podía usar el resto del dedo y su grupo en la cueva para abrumarlo con números, pero sus esperanzas se desvanecieron cuando Mimi y Tivey colapsaron la cueva con un ataque.

No entendiendo la situación, Petelgeuse se refirió a su evangelio, llegando a la conclusión de que Subaru era la soberbia basado en sus acciones, sin embargo, rechazó su respuesta, diciendo que él era Subaru Natsuki, el caballero Emilia, lo que llevó a Petelgeuse a declarar que iba a matarlo. Él con Patrasche empezaron a correr mientras Petelgeuse empezaba a tirarles cosas con sus manos invisibles, y poco después Mimi y Tivey fueron golpeados por la ola negra causada por su autoridad, obligando a Subaru a cargarlos. Montando a Patrasche, los tres llegaron al lugar donde se había suicidado antes, donde se les unió Julius. Dejando a los dos hermanos incapacitados con Patrasche, Subaru accedió a pelear con Julius contra Petelgeuse, quien apareció en ese momento desde el bosque, con la intención de aplastarlos con una cantidad masiva de manos ocultas. Para su sorpresa, Julius los cortó a todos con un golpe de espada gracias al poder de los espíritus, con Subaru explicando que Julius veía lo que él miraba a través del Necto. Julius continuó luchando contra las manos invisibles mientras confiaba en la visión de Subaru, haciendo que Petelgeuse intentara librarse de él primero, pero falló.

Eventualmente, Julius logró deshacerse de todas las manos, antes de lanzarle otro golpe, pero Petelgeuse usó el Ur Dona para crear muros de tierra con el fin de protegerse. Subaru destruyó la pared delante de Julius con una piedra mágica de fuego, permitiéndole a Julius acabar con Petelgeuse. Sin embargo, él no estaba preocupado por su derrota. Justo cuando deshizo el Necto, el loco se apoderó del cuerpo de Subaru, que según él era un buen recipiente. Este intentó atacar a Julius, sin embargo Felix incapacitó el cuerpo de Subaru con su magia de agua, impidiéndole utilizar su autoridad. Petelgeuse se negó a aceptar la derrota, afirmando que le estaba dedicando todo a Satella, lo que llevó a Subaru a dejarle conocer a la bruja mencionando que podía regresar de la muerte. Inmediatamente, su conciencia fue arrastrada a la zona sombría donde Satella lo estaba esperando. Petelgeuse estaba emocionado de reunirse con la bruja, sin embargo, ella no estaba contenta en absoluto, afirmando que él no era "esa persona", y comenzó a enfadarse, empujándolo fuera del cuerpo de Subaru. Al desaparecer, comenzó a expresar su amor por Subaru una y otra vez. Volviendo a su cuerpo original, Petelgeuse no podía entender por qué la bruja lo rechazó. Sin energía, dejó escapar una última mano invisible que eventualmente destruyó la roca sobre él, haciendo que las rocas cayeran y lo aplastaran hasta la muerte. Subaru le dijo a Petelgeuse que en serio era pereza.

Reflexionando sobre su batalla contra Petelgeuse, Subaru notó su evangelio en el suelo, recogiéndolo para discutirlo con Crusch o Roswaal más tarde. Como no quedaba nada que hacer, el grupo regresó al pueblo, donde Felix les informó que los miembros del culto que capturaron habían revelado que su líder era otro, el arzobispo de la gula, quien estaba vigilando la Carretera de Lifaus. Subaru pensó, llevándole a darse cuenta de que los miembros del culto que mataron a Otto durante un bucle anterior eran probablemente parte del grupo de gula en lugar del propio Petelgeuse. En ese momento, Otto habló, diciéndole a los demás que, como los mercaderes habían estado evacuando a los aldeanos, tenían que desestibar sus productos, sin embargo no pudo encontrar lo que Ketty había estado llevando, lo que era una cantidad masiva de piedras mágicas de fuego que podrían destruir de siete a ocho carrozas de dragón.

El grupo consideró su uso contra Emilia y los aldeanos, aunque acordaron que los miembros del culto no lo utilizarían porque Petelgeuse ya había planeado una emboscada, sin embargo, Subaru seguía preocupado por su seguridad, haciendo que Otto prometiera ayudarle a alcanzar a Emilia si prometía darle una audiencia con Roswaal. Él aceptó, y Julius les prestó su espíritu de fuego, Ia, para detectar las piedras mágicas de fuego. Al intentar perseguir las carrozas de dragón de los mercaderes lo más rápido posible, Subaru vio a Petelgeuse tratando de alcanzarlos con sus manos invisibles, haciendo mover su cadáver por la fuerza, con la intención de reclamar el cuerpo de Subaru una vez más. No teniendo otra forma de luchar, Subaru le lanzó una olla de aceite de Otto, luego usó el poder de Ia para encenderlo, creando una explosión que lo golpeó directamente.

A pesar de esto, Petelgeuse forzó sus restos seriamente dañados a su carroza con una mano invisible, indicando que él mataría a Subaru porque era una amenaza peligrosa al culto. Esperando que esto ocurriera, Subaru le lanzó el evangelio que le robó, haciéndole usar una mano invisible para atraparlo, pero como el libro estaba fuera del área de efecto de la Protección Divina de la Evasión del Viento, fue golpeado por la poderosa resistencia del viento, obligando a Petelgeuse a caer de vuelta. Subaru le siguió con un puñetazo directo a través de su cara, tirándole de la carroza, pero como una porción de su túnica estaba atascada, el cuerpo de Petelgeuse fue arrastrado por el suelo. La fricción comenzó a romper su cuerpo aparte, incitando a Subaru para escribir "el final" debajo de la última entrada en el libro del evangelio con su propia sangre. Desafortunadamente para él, su túnica se enredó en la rueda del carro, arrastrándolo por debajo del carruaje, donde fue aplastado a muerte por segunda vez, esta vez para siempre.

Un rato antes, Wilhelm y los caballeros que habían acompañado a los evacuados para protegerlos hicieron que las carrozas se detuvieran por un momento para bajarse. Cuando las carrozas marcharon, Pack le informó a Emilia que el grupo de Wilhelm estaba luchando contra el culto. Apartando su atención de la batalla, trató de consolar a los niños, solo para enterarse de que Subaru había llegado al pueblo cuando accidentalmente lo dejó ir. Subaru y Otto se encontraron con ellos poco después, y de inmediato tuvo que comprobar si había piedras mágicas de fuego, encontrando un saco de lleno de ellas debajo de una tabla de piso. Se las arregló para quitarlo con la ayuda de Pack, llevándolo con él en Patrasche, y lo colocó en el interior de los restos de Hakugei, luego se escondió en el otro lado del Árbol Flugel talado mientras las piedras mágicas de fuego explotaban. Sobreviviendo a la explosión, se quedó dormido por agotamiento justo cuando Emilia lo alcanzaba.

Al dormirse, su conciencia regresó al mundo de las sombras. Satella comenzó a expresar su amor por él de nuevo, aunque esta vez la voz de Emilia llegó desde el mundo real, sacando su conciencia de la zona sombría, pero no antes de que le prometiera a Satella que se volverían a encontrar, a lo que ella le dijo que estaría esperando. Despertándose, se dio cuenta que estaba echado en el regazo de Emilia, quien le informó que había estado durmiendo cuatro o cinco horas, dándole a los otros tiempo suficiente para reagruparse. Mientras los demás estaban ocupados haciendo sus cosas, Subaru aprovechó la oportunidad para disculparse por todo, confesando que no hizo las cosas por ella, sino más bien "por sí mismo porque la quería ayudar". Cuando le preguntó por qué estaba dispuesto a hacer eso, respondió que era porque la amaba. No creyendo en lo que decía, Emilia le recordó todas sus faltas, sin embargo él le dijo que siempre estaría a su lado y la amaría sin importar qué, ya que ese era su trato especial para ella. Un rato más tarde, Subaru y Emilia se dirigieron a la capital en la carroza de dragón, y durante el viaje a la capital, él trató de contarle acerca de Rem, sin embargo, para su sorpresa Emilia le preguntó quién era Rem.

Antes de eso, el grupo de Crusch se encontró con Regulus Corneas. No sabiendo quién era, Crusch ordenó seguir su camino, pero para su sorpresa el dragón de tierra, el conductor y la carroza fueron destruidos por la autoridad de Regulus. Sorprendida por el resultado, le ordenó que declarara su nombre, el cual ignoró y siguió con sus teorías, provocando que ella intentara matarlo con su espada, sin embargo tampoco tuvo ningún efecto. Sus acciones enojaron a Regulus, alegando que era "una violación de sus derechos", rasgando el brazo izquierdo de Crusch con una ráfaga de viento. Mientras se preguntaba dónde estaban los otros, se oyó una voz diferente, que expresaba su placer en comer. Rem vio, para su horror, que el dueño de la voz, Ley Batenkaitos, había borrado al resto de los caballeros. Los dos asaltantes se presentaron como arzobispos del culto, Ley reveló que había venido a comprobar la situación, ya que sentía que su "mascota" había sido asesinada, continuando con su filosofía acerca de comer, que Regulus no podía entender, ya que tenían valores diferentes. Al ver que era el arzobispo de gula, Rem le preguntó si volvió para tomar la cabeza de Hakugei, a lo que él respondió que realmente no le importaba, ya que podía hacer otro a pesar de que le tomaría 400 años, y reveló que estaba mucho más interesado en comerse a la gente que lo mató. Rem decidió luchar contra ellos aún estando herida, a pesar de que cometió el error fatal de mencionar su nombre antes de pelear contra Ley, lo que la llevó a ser devorada más tarde. Debido a eso, la carta que envió Subaru a Emilia estaba en blanco, pues Rem lo había escrito.

Al llegar a la capital, Subaru encontró el cuerpo en estado de coma de Rem, y fue llamado a la sala por una amnésica Crusch, cuyo brazo había sido reconectado a su cuerpo por Felix, donde comenzaron su reunión. Subaru y los miembros del grupo de ataque de Petelgeuse se enteraron de que el grupo de Crusch había sido atacado por dos arzobispos del pecado, y cuando los miembros del Colmillo de Hierro volvieron con los caballeros por ayuda, ambos ya se habían ido, dejando atrás los cadáveres y personas amnésicas. Después de una explicación, Wilhelm añadió que Satella fue sellada en un santuario vigilada por la sabia Shaula. Felix sugirió deshacer la alianza, señalando que su asociación haría que el culto los siguiera persiguiendo. Esto condujo a una discusión entre él y Wilhelm, llegando a ser eventual la decisión que pondrían las negociaciones de la alianza. Una vez terminada la reunión, Subaru tuvo una charla con Wilhelm, quien le mostró una herida cerca de su hombro izquierdo, revelando que era una herida que le había sido dada por su difunta esposa, luego añadió que desde que su herida volvió a abrirse, necesitaba seguir luchando contra el culto para determinar por qué se abrió, ya que solo la presencia de su esposa podía hacerlo. Dejándolo atrás, Subaru regresó a la habitación de Rem, solo para encontrar a Pack allí, quien le explicó las funciones básicas de la Autoridad de la Gula. Él se suicidó en un intento de regresar y salvar a Rem, pero revivió unos segundos antes. Sabiendo que no había probabilidades de conseguirlo, prometió salvarla si conseguía derrotar a gula.

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